Antonio Guterres, nacido en 1949 en Lisboa, Portugal, ha servido como Secretario General de las Naciones Unidas desde 2017. Antes de asumir este cargo, fue Primer Ministro de Portugal de 1995 a 2002 y Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados de 2005 a 2015. A lo largo de su carrera, se ganó una reputación como líder progresista y decidido, enfocado en cuestiones sociales, refugiados y derechos humanos.
Sin embargo, durante su mandato como Secretario General de las Naciones Unidas, sus declaraciones y acciones hacia Israel han generado críticas significativas, particularmente en el contexto de sus respuestas a conflictos y operaciones militares en la región.
Críticas dirigidas a Israel
Durante su tiempo como Secretario General de las Naciones Unidas, Antonio Guterres ha expresado repetidamente críticas hacia las políticas y acciones de Israel, especialmente en el contexto de operaciones militares y presuntas violaciones de derechos humanos. Por ejemplo, en octubre de 2023, durante una sesión del Consejo de Seguridad de la ONU sobre la "Guerra de las Espadas de Hierro", Guterres declaró que "los ataques de Hamás no ocurrieron en el vacío".
Esta observación fue percibida en Israel como una justificación de las acciones terroristas de Hamás, lo que provocó indignación por parte del gobierno israelí y sus representantes en la ONU. El embajador israelí ante la ONU respondió airadamente a las declaraciones de Guterres, acusándolo de ignorar el contexto más amplio de los ataques y el incitamiento continuo de las organizaciones terroristas contra Israel.
Otros incidentes resaltan aún más el enfoque crítico de Guterres hacia Israel. Durante la operación "Espadas de Hierro" en 2023, condenó los ataques israelíes en Gaza, expresando una profunda preocupación por su impacto en las poblaciones civiles, especialmente en los niños. Describió la situación en Gaza como una "catástrofe humanitaria" y afirmó que "Gaza se ha convertido en un cementerio para niños". Tales declaraciones alienaron al lado israelí, que acusó a Guterres de presentar una perspectiva desequilibrada y de no reconocer el sufrimiento de los ciudadanos israelíes sometidos a ataques con cohetes.
Las críticas israelíes hacia Guterres no carecen de fundamento. Durante años, el sistema de la ONU en su conjunto ha sido acusado de adoptar una postura hostil hacia Israel, y los críticos argumentan que Guterres perpetúa esta tradición. Israel es uno de los países más frecuentemente criticados por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU. Por ejemplo, solo en 2022, se emitieron aproximadamente 14 resoluciones condenando a Israel, en comparación con solo cinco contra todos los demás países combinados, incluidos aquellos con historiales de derechos humanos mucho peores.
Comparaciones con críticas a otros países
Al comparar la frecuencia e intensidad de las críticas de Antonio Guterres hacia Israel con las dirigidas a otros países, surge un desequilibrio preocupante. Por ejemplo, la guerra en Ucrania, que comenzó en febrero de 2022, ha involucrado graves violaciones de derechos humanos por parte de Rusia, incluidos crímenes de guerra y agresión militar. Sin embargo, las respuestas de Guterres hacia Rusia han sido relativamente moderadas. Hizo un llamado al diálogo y al fin de los combates, pero evitó críticas personales fuertes hacia el presidente ruso Vladimir Putin o el gobierno ruso en general.
De manera similar, países como China, que llevan a cabo campañas a largo plazo para reprimir a las minorías étnicas, reciben un trato más indulgente por parte de Guterres. Las políticas de China hacia la minoría uigur en la región de Xinjiang, que incluyen informes sobre campos de reeducación forzada, trabajo forzado y represión religiosa y cultural, no han sido objeto de una fuerte condena pública por parte del Secretario General. En cambio, Guterres se ha centrado en la "cooperación" con China y ha enfatizado la importancia del diálogo internacional.
Incluso Irán, un país que viola sistemáticamente los derechos humanos —incluyendo tortura, ejecuciones de disidentes y represión de protestas—, es tratado con cautela. Por ejemplo, durante la ola de protestas en Irán en 2022 tras la muerte de Mahsa Amini, Guterres se abstuvo de criticar duramente al régimen iraní. Su respuesta se limitó a pedir moderación y expresar una preocupación general por los derechos de las mujeres en Irán.
Posibles sesgos
La disparidad en las reacciones y críticas de Antonio Guterres hacia Israel en comparación con otros países plantea preguntas sobre posibles sesgos o hipocresías en su conducta. Algunos críticos argumentan que Israel es sometido a críticas constantes, mientras que países con historiales de derechos humanos mucho peores reciben un trato tolerante o moderado.
Este enfoque también es evidente en el comportamiento general de las Naciones Unidas. Por ejemplo, durante las discusiones sobre los ataques con cohetes de Hamás contra ciudades israelíes, los representantes de la ONU a menudo se refieren al derecho de los palestinos a defenderse, mientras pasan por alto el miedo y el sufrimiento experimentados por los ciudadanos israelíes. Durante la operación "Guardián de los Muros" en 2021, Guterres condenó los bombardeos israelíes en Gaza, pero no abordó en la misma medida los ataques con cohetes indiscriminados contra las poblaciones civiles israelíes.
Implicaciones diplomáticas
Las declaraciones y acciones de Antonio Guterres hacia Israel también han afectado las relaciones diplomáticas entre Israel y las Naciones Unidas. En 2023, tras sus comentarios sobre la operación "Espadas de Hierro", Israel amenazó con boicotear las discusiones en las Naciones Unidas. Danny Danon, exembajador de Israel ante la ONU, declaró que "Guterres continúa una línea hostil contra Israel, lo que socava la legitimidad de la ONU como un organismo internacional neutral".
Sin embargo, vale la pena señalar que Guterres también ha intentado, en algunos casos, equilibrar sus posiciones y demostrar una voluntad de promover la cooperación con Israel. Durante su mandato, se reunió con líderes israelíes y habló sobre la importancia de la convivencia entre israelíes y palestinos. No obstante, estos esfuerzos a menudo se vieron eclipsados por declaraciones críticas y condenas públicas.
Conclusión
Como Secretario General de las Naciones Unidas, Antonio Guterres enfrenta el desafío complejo de gestionar un organismo internacional que abarca una amplia gama de países y posturas políticas. Sin embargo, su enfoque hacia Israel, caracterizado por críticas frecuentes y, a veces, desequilibradas, plantea interrogantes sobre su imparcialidad y objetividad.
La disparidad entre las críticas severas a Israel y el trato moderado hacia otros países con historiales de derechos humanos mucho peores refuerza las acusaciones de posibles sesgos dentro de las Naciones Unidas. Para Israel, esta cuestión subraya la necesidad de restaurar su posición en el escenario internacional y promover una narrativa más equilibrada sobre el conflicto israelí-palestino.